Estimado vecino,
Si no tienes interés en el progreso de tu municipio, si te da lo mismo el valor del entorno en el que has decidido habitar, por favor no continúes leyendo esta carta.
Si tienes hijos (o algún día piensas tenerlos) y te da igual el ejemplo de solidaridad, lucha o reivindicación que puedas inculcarles; si lo que quieres es que aprendan a ser sumisos con el poder y a aceptar todas las injusticias que le vengan otorgadas sin siquiera pestañear.
Si formas parte de cualquier actividad en Arroyo y no te preocupa que esta generación y siguientes vayan a desarrollar su consumo fuera del municipio.
Si no te importa que cientos de chavales pierdan diariamente horas de estudio (o de ocio, o de sueño) montados en autobuses. Si te la trae al pairo el bienestar de tus vecinos y sus familias.
En estos casos, por favor, no continúes leyendo y dedícate a otras ocupaciones que, por lo visto, tienes muchas y muy importantes.
No obstante, si llegaste hasta aquí es que algo de lo anterior te chirría, con lo cual mi pregunta es:
¿Dónde estabas tú el pasado miércoles 13 de mayo?
Porque no te vimos en la jornada de protesta que organizamos AMPAS y CIEPA. No vimos tu coche en la caravana que recorrió el pueblo. Quizá estabas trabajando. Yo también. Y aunque personalmente no pude asistir, me preocupé de que algunos conocidos que libraban no faltasen a la cita. Tampoco te vimos en la zona que te habíamos habilitado para comer, tomando alguno de los refrescos que habíamos preparado para ti. Quizá es que hacía calor y tenías mejores planes. Si es cierto, hacía calor. También lo pasamos los que estuvimos por allí, aunque –pensando en tu comodidad- pusimos incluso unas carpas para que tuvieses una agradable sombra. A lo mejor tus hijos tenían actividades extraescolares o tú mismo tenías que trabajar o compromisos que cumplir...
Pero... ¿Todo el día? ¿A todas horas? Yo también tenía cuestiones que atender, aunque pude sacar un rato para estar por allí. Lo que es seguro es que los chavales de ESO (y son unos pocos) no tenían clase ninguno, pues resulta que aún no hay instituto en Arroyo y los de Valladolid no tuvieron clase. También en eso pensamos, fíjate que ilusos, al poner la fecha al evento. Pensamos que dónde podrían estar mejor los chavales y sus familias que reivindicando la construcción de un centro para ellos mismos. Mi hija sí que tenía cole, está escolarizada en Arroyo, ya ves qué suerte tuve. Pero al salir a mediodía estuvo pasándoselo pipa en los hinchables que habíamos preparado para tus hijos (o sobrinos o nietos...). Y sin embargo mi hija no tuvo que hacer cola en las atracciones. Quizá pensaste q se trataba de un acto político de precampaña electoral. Mira, ahí sí que te voy a dar la razón. Porque políticos hubo. Algunos hablando de su libro, otros a título personal, otros ejerciendo las funciones institucionales que le corresponden, otros simplemente como padres que son. O sea, más o menos lo que en estos días te puedes encontrar en cualquier parte.
A lo mejor sí que te preocupa todo lo relacionado con la educación en el pueblo y todo ese "rollo", pero claro, pudiéndote informar en el "senado" de al lado de los columpios, o en el "congreso" de la cola del súper, para que vas a escuchar a estos trastornados que están cada dos por tres en la Dirección Provincial de Educación, o en el mismo día a día de los colegios, hablando con todos aquellos que tienen o quieren decir algo al respecto. Porque en la asamblea que se celebró a última hora yo no te vi. Ahí sí que pude estar yo (posponiendo alguna cosa que tenía en la agenda) pero tú no estabas. Sí que había un grupo de gente desesperadamente sola, echando de menos tu presencia y apoyo.
A esas mismas horas, en Valladolid, cerca de 500 personas –gente como tú, vecinos de un pueblo parecido al tuyo- reclamaban “su” instituto. Al día siguiente, desde la Administración anunciaban que se "reconsideraba" la construcción del instituto de La Cistérniga, mientras que el de Arroyo sigue instalado en un "NO" ensordecedor.
A los que hemos intentado promover este movimiento ciudadano, lo de La Cistérniga nos deja un sabor agridulce. Por un lado emocionados -como ellas- con las chicas que lideran el “movimiento pro instituto de La Cistérniga”, con quienes hemos coincidido muchas veces y puesto en común nuestros desvelos y preocupaciones. Esa emoción nosotros la conocemos, ya la tuvimos cuando nos anunciaron que el “Arroyo V” sería una realidad. Ahora, desde La Cistérniga, les tocará perseguirlo, y evitar que se quede en palabrería a una semana vista de unas elecciones, igual que a nosotros -y a ti- nos toca perseguir día tras día el “Arroyo V”. Sin embargo, también nos deja tristes, muy tristes, al comprobar que en Arroyo nos encontramos lejos del apoyo ciudadano que han conseguido allí, a pesar de que vivíamos en la ignorancia de que si contábamos, por ejemplo, con tu apoyo.
Sabemos que nos va a tocar luchar más a partir de ahora. Que nos tocara animar a nuestros propios compañeros, desolados por la injusticia de la situación. No nos importa, creemos que es lo que debemos hacer y que será un buen ejemplo para nuestros hijos.
Solo me gustaría pedirte una cosa: por favor, quiero verte la próxima vez, darte la mano, pasar un rato contigo, que mi hija pueda jugar con tus hijos (o sobrinos, o nietos, o contigo), y que no nos hagas sentir tan solos. Lo agradeceremos de corazón.
Un abrazo, tu vecino.
Miguel Ángel Cotobal Robles.
Miembro de “Ciudadanos por la Educación Pública de Arroyo”.
Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas,
guardé silencio,
porque yo no era comunista,
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata,
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista,
Cuando vinieron a llevarse a los judíos,
no protesté,
porque yo no era judío,
Cuando vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar.
Martin Niermöller, 1946